Morelia, Michoacán, a 29 de abril de 2020.- En la vida cotidiana se escuchan diversos sonidos o ruidos que ya son tomados como normales por la población, sin embargo, son considerados como un agente contaminante del medio ambiente.
El ruido es un tipo de contaminación ambiental, no obstante, para algunas personas esto se convierte en algo normal, pero desde el escape del automóvil, el ruido del tráfico diario, los aparatos para escuchar música a elevado volumen, el camión que vende gas todas las mañanas o el taladro que utiliza el vecino para hacer reparaciones en su vivienda, contribuyen en la generación de la contaminación auditiva.
Este 29 de abril es considerado como Día Internacional de la Conciencia sobre el Problema del Ruido, cada año el último miércoles del mes se recuerda a este elemento como un problema creciente en algunas ciudades del mundo, principalmente en las más industrializadas o urbanas.
Desde hace 25 años organizaciones civiles recuerdan la importancia que tiene este elemento en la vida de las personas, ya que estar expuesto al ruido como agente contaminante, produce efectos negativos en el ser humano, tanto físicos, como psicosomáticos, sin contar la contaminación emitida hacia la naturaleza.
La concientización y colaboración debe ser de todas y todos contra la contaminación sonora, señaló Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales, Semaccdet.
Es por ello que, para regular la contaminación sonora, la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y su reglamento, determinan las competencias a nivel federal. En el estado la Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable establece las obligaciones a cumplir por los responsables que emitan ruido ambiental y que sean de competencia estatal, los Ayuntamientos a su vez juegan un rol importante en el ruido proveniente de establecimientos comerciales y de servicios, el cual debe estipularse en los Reglamentos Municipales.
La Semaccdet regula a través de la Licencia Ambiental Única la emisión de ruido ambiental proveniente de establecimientos industriales de competencia estatal supervisando en ellos el cumplimiento de la Norma Mexicana, Nom-081-Semarnat-1994, que regula su emisión, el cual se mide en decibeles, considerada la medida sonora o sensación sonora que es igual a la décima parte de un bel.