Morelia, Michoacán, a 01 de octubre del 2020.- En el marco del 255 aniversario del natalicio de Don José María Morelos y Pavón, Siervo de la Nación, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Bienestar, inició de manera formal las funciones y actividades de los 438 Centros Integradores del Desarrollo instalados en todo el estado de Michoacán.
Durante estos actos también se honró, con pase de lista y un minuto de silencio a las y los Servidores de la Nación y a todo el personal de la Secretaría de Bienestar que, en el cumplimiento de su labor, fallecieron durante el periodo de la pandemia entre marzo y el 1 de septiembre de 2020.
Roberto Pantoja Arzola, Delegado Estatal de Programas para el Bienestar, destacó que en la administración que encabeza el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se están sentando las bases para que este país sea distinto; “hacemos las cosas de manera diferente, atendiendo la corrupción que es algo que José María Morelos planteaba en los Sentimientos de la Nación: erradicar el hurto y la rapiña. También se han invertido más recursos al campo, al sector educativo y para fortalecer los servicios de salud que es el gran pendiente”, expresó.
En presencia de pobladores, Jefe de Tenencia de Tiripetío, Christian Pineda Chávez; Director Regional de Bienestar en Morelia, Eduardo Aburto, y el representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Vicente García Lara, el delegado informó que al día de hoy, 14 programas federales atienden a los sectores más vulnerables del país y, a través de estos centros, continuarán la incorporación y atención de más personas.
El Centro Integrador del Desarrollo es un módulo de atención, un punto de encuentro y de cercanía entre la población y el Gobierno; una pieza clave para poner en marcha la integralidad de los programas para el desarrollo.
Actualmente están en funcionamiento 9,997 centros instalados en todo el territorio nacional, espacios que eliminan las barreras de la distancia y se posicionan como ventanillas de atención que fortalecen la cohesión y participación social para ser el vínculo directo entre la población más vulnerable y el gobierno; porque en la Cuarta Transformación el Gobierno va a la gente, no la gente al Gobierno.