Etelberto Cruz Loeza.
10 DE ABRIL:
LO MÁS IMPORTANTE: O LA REVOCACIÓN DE MANDATO Y ¿SE VA?
O FORTALECIMIENTO Y CONCENTRACIÓN DEL PODER.
Todas las estructuras, posiciones y representaciones populares de MORENA en la administración pública gabinetes federal y estatal – ampliados – y en las representaciones populares –senadurías, diputaciones federales, gobernadores, diputados locales y presidentes de ayuntamientos municipales y partidistas, además de militantes y amlovers están 100% de tiempo completo en los detalles del ejercicio democrático y cumplimiento del derecho ciudadano de acudir a las urnas va emitir su sufragio para la revocación de mandato del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Casi todo está detenido o se trabaja por inercia.
¿Qué decidirá este pueblo sabio y conocedor? Se ignora. Lo que sí es cierto y evidente es que desde el presidente de la República y pese a la limitación legal, constitucional, aplicación de medidas cautelares y del Tribunal Electoral, hasta el más humilde de los militantes y en la lejanía más apartada, MORENA ha hecho propaganda y publicidad de este ejercicio y derecho ciudadano.
La incertidumbre es indicadora de democracia.
Tomo del diario LA RAZÖN, edición del sábado 2 del presente, columna LIBERTAD Y RESPONBSABILIDAD de Rafael Solano:
REVOCACIÓN. ANÁLISIS COMPARADO CON VENEZUELA, BOLIVIA Y MÉXICO.
En la primera década del milenio surgieron ejercicios de revocación de mandato presidencial como una alternativa para dirimir conflictos en Latinoamérica.
El ejercicio está legislado por 4 países: Venezuela, Bolivia, Ecuador y México; pero únicamente ha sido llevado a cabo por los dos primeros, mientras que en nuestro país está por ocurrir – el domingo próximo, 10 de abril -.
En el caso de Venezuela, la revocación de mandato fue una salida surgida de la Mesa de Negociaciones y Acuerdos y facilitado por la OEA y el Centro Cárter, entre gobierno y oposición, tras una crisis política y un fallido Golpe de Estado, entre 2002 y 2003. En un inicio, la oposición promovió la revocación de mandato del presidente y la de los diputados, más ésta última fue desestimada.
El Consejo Nacional Electoral era recién designado y con una amplia potestad normativa. Sobre la regulación de todos los aspectos de la revocación, que tuvo serios obstáculos, como retrasos, anulaciones de solicitudes y la revelación de identidades de todos los solicitantes. En la pregunta se evitó la mención del acto de revocar y se apostó por dejar sin efecto el mandato popular; asimismo se permitió al gobierno utilizar propaganda sobre referéndum ratificatorio. La NO revocación tuvo 5.8 millones de votos – 60%, -, mientras que el SÍ revocatorio tuvo 3.9 millones de votos – 40% -. La participación ciudadana fue del70%. Posteriormente Chávez lanzó reformas de reorganización política presupuestal y la reelección indefinida. En Venezuela no ha habido otra revocación de mandato y los intentos de la oposición por activarla han fracasado en dos ocasiones -2006 y 2022, debido a las restricciones legales y operativas.
En el caso de Bolivia, la revocación surgió tras un fuerte conflicto sociopolítico provocado por la redacción de una nueva constitución y problemas en la industria de la extracción de materias primas, al grado de llegar a ataques con explosivos y asesinatos.
La oposición boliviana desafió en una “Proclama a la Patria” a que Evo Morales y todas las autoridades electas se metieran a un referendo revocatorio. El presidente boliviano les tomó la palabra y aprovecho introduciendo la reelección inmediata y el referéndum revocatorio al congreso. Este último sin recolección de firmas aplicado a él mismo, pero también a los prefectos – oficialistas y opositores -, Al igual que en Venezuela, en la pregunta se evitó mencionar el acto de revocar y versó sobre la continuidad de las políticas, acciones y gestión. Finalmente, Evo Morales fue ratificado con 2 millones de votos – 67% en su favor y 1 millón de votos en contra – 32% -, con un 84.5% de participación; también resultaron ratificados todos los prefectos oficialistas, sin embargo, 2 de los prefectos opositores – Cochabamba y La Paz, de relevancia -, fueron revocados de su cargo.
Lo anterior, permitió al presidente boliviano disminuir las capacidades de la oposición, recuperarse de la crisis política y logar una mayor legitimación para posteriormente avanzar hacia la oficialización de la nueva Constitución, que reorganizó el poder en Bolivia y le permitió establecer un largo periodo de gobierno.
Las coincidencias entre estas revocaciones radican en su contexto sociopolítico. Ambas se plantearon tras fuetes escaladas de conflictos sociopolíticos y fueron incitadas por la oposición, mientras los gobiernos aprovecharon el control existente sobre las autoridades electorales para dirigir el proceso hacia salidas convenientes para el oficialismo.
En Venezuela se enlistó a los opositores y en Bolivia se revocó el control de la oposición sobre provincias de conflictividad para el gobierno. Ambas legitimaron la concentración del poder y las reformas reeleccionistas, durante lo que se conoce como la Década de la Marea Rosa latinoamericana. Al respecto hay que considerar un dato que no es menor, se dieron en poblaciones pequeñas con gobiernos que venían fortaleciéndose en sus capacidades económicas, a través de las materias primas.
En México no existe una escalada de conflictos sociopolítico general; de hecho, el conflicto político real más profundo se está dando al interior de la coalición gobernante. La oposición no sugirió ni promovió la revocación y, el gobierno no controla a las autoridades electorales. Hay, además, otros elementos diferenciadores como el tamaño del país y la mermada capacidad económica de la administración, producto del bajo crecimiento y los constantes recortes por “austeridad”.
En lo que se parece la revocación mexicana a las revocaciones boliviana y venezolana, es que se evita mencionar el acto de revocar, y, al menos, al igual que en la venezolana, se ha utilizado la propaganda como una campaña de ratificación. También se asimilan en el contexto de reformas por el control económico de áreas estratégicas (electricidad) y de una reforma electoral. Si bien hoy, el presidente no tiene la fuerza para promover una ampliación de mandato o reelección, sí la tiene para proponer un sistema con una fuerte concentración de poder, eliminando la representación proporcional y minando al árbitro electoral.
Lo cierto es que Venezuela, Bolivia y México son los únicos en el mundo que han activado una revocación de mandato nacional. En los países sudamericanos, las altas participaciones y el control de árbitro fueron claves para legitimar al gobierno lo suficiente, y con ellos, avanzar en proyectos sus mandatos vía reelecciones. Es decir, el resultado fue la concentración de poder, mientras las oposiciones, que buscaban lo contrario, fueron útiles para legitimar estas estrategias. En México no sabemos qué pasará, lo cierto es que después de la revocación se discutirán reformas, que al igual que en Venezuela y Bolivia definirán qué tanta concentración de poder existirá en nuestro país los próximos años.
La sociedad nacional y el Estado Mexicano deben conocer y reflexionar sobre la forma como Bukele, presidente de San Salvador está enfrentando la crisis de seguridad social y nacional: ¡°. – DETENCIÓN TODO MILITANTE MARATRUCHA. 2°. – RECLUSIÓN. 3° DECISIÓN PERSONAL: O SE CORRIGEN O CÁRCEL O TUMBA. NO SE OFRECE MÁS. Es cierto, se violan Derechos Humanos, pero AL PRESIDENTE BUKELE LE IMPORTA MUCHO MÁS EL TEJIDO SOCIAL MAYORITARIO: LA SOCIEDAD
Andrés Manuel López Obrador debe dejar de manipular y usar a los padres de los 43 normalistas desaparecidos y no usarlo en su tablero político ni abusar de su dolor apara divertir y distraer. YA DÍGANLES QUE ESTÁN MUERTOS. QUE SUS RESTOS SE LOS LLEVÓ EL RÍO COCULA.