La obra pública tiene sus bemoles, no solamente es construir y ya, se precisa cubrir normas que garanticen calidad y, a decir de funcionarios municipales, la ejecutada por Grupo de Oro en Morelia ha cumplido con creces lo que se le ha encomendado.
Recientemente causo revuelo la remodelación de la Calzada Juárez, obra en la que se invirtieron más de cien millones de pesos y que no respondió a las expectativas ya que, poco después de su inauguración, mostró las fallas en su construcción pues el pavimento hidráulico presentó grietas.
Esa calzada es una de las vialidades con mayor tráfico y se suponía que su remodelación aliviaría el tránsito vehicular; contaría con sistema pluvial para evitar las inundaciones que anualmente ocurren en esa parte de la capital michoacana.
Ni una ni otra cosa se cumplieron; la saturación vehicular sigue presente y las inundaciones acuden, puntualmente, a su cita anual.
Las deficiencias en las obras se atribuyen a las constructoras Rymsa, Infraestructura Monarca y Grupo FMMDAM y, para poner las cosas en claro, se solicitó la intervención de la Contraloría del estado y se pidió que las actuales autoridades municipales no bajen la guardia y, caiga quien caiga, se transparente lo ocurrido en la Calzada Juárez y la Avenida Periodismo.
Por cierto, y sin que suene a comercial, el regidor Jorge Luis Tinoco Ortiz, el dirigente del Sindicato Demócrata de Empleados Municipales de Morelia, Ernesto Santamaría Reyes, y el líder de la Confederación Obrera Revolucionaria (COR) en Michoacán, Miguel Polanco de la Paz, resaltaron que la obra que se ejecutó en la Avenida Camelinas se ajustó a los lineamientos y cumplió con creces sus objetivos, “una obra bien hecha”.
El ayuntamiento de Morelia no tiene que buscar por otro lado para que la obra pública que ejecute cumpla con los requerimientos, ahí está Grupo de Oro, empresa que, además, según sus comunicados, está comprometida con la generación de empleos, y esto es lo que le urge a Michoacán y Morelia no es la excepción.