PESOS & CONTRAPESOS
Etelberto Cruz Loeza.
Arrobados por los sucesos de Tlahuelilpan, Hgo., (Muestra más del exceso de la tolerancia – llevado al absurdo por el presidente de la República de, utilizando acciones demagógicas y extremadamente populistas, equivocadas, darles de comer y no enseñarles a pescar: ofrecer ¡hasta $ 8,000.00!, a cada familia para no dedicarse a actividades ilícitas sumamente productivas (¿por qué no a las sexoservidoras(es)?, viene siendo lo mismo. O a todos los delincuentes de cualquier actividad, organizados o no. ¡Extraordinario! Estaríamos corruptamente pagando por la tranquilidad social y revirtiendo el pacto social no escrito, origen del Estado.), pasaron hechos jurídicos, políticos y administrativos muy interesantes para nuestra sociedad republicana y laica:
1° El jueves 13 de diciembre de 2018, Luis María Aguilar Morales, al rendir su 4° y último informe de gobierno como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hizo un llamado a los Poderes de la Unión. Señaló: El poder Judicial de la Federación es uno de los 3 Poderes de la Unión y, por tanto, reconocemos que somos parte del entramado del Estado mexicano, y que debemos articularnos, en armonía y concordia con los otros Poderes, Ejecutivo y Legislativo. El requisito de la independencia e imparcialidad de los jueces no es una prerrogativa ni un privilegio. Si un juez no goza de condiciones de independencia deja de ser juez, para convertirse en mandadero de alguien. Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Nadie ni nada sobre la Constitución. El Poder Judicial desea un país más fuerte, democrático, sin corrupción simulada, donde se privilegie la justicia como derecho para los mexicanos. No perder de vista que la Constitución es la hoja de ruta de la Nación, el pacto duradero de la vida institucional y el soporte de la convivencia social; y como norma suprema, a ella debe ajustarse y someterse todo acto que se genere dentro del ámbito de su aplicación.
2° El jueves 2 del presente, al incorporarse como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara Carrancá señaló: Comparto la preocupación por los alarmantes niveles de pobreza de nuestra patria, por la brecha de la desigualdad. La Corte debe corregir los modos en que nos relacionamos unos con otros; COMPARTO, TAMBIÉN, LA PROFUNDA CONVICCIÓN DE QUE MÉXICO NO DEBE VIVIR COMO UN ESTADO DE GUERRA, EL DERECHO PENAL DE NUESTRA PATRIA SE HA CONVERTIDO EN UN DERECHO PENAL DEL ENEMIGO. NUESTRO ESTADO YA NO HABLA CON SUS CIUDADANOS, SINO QUE AMENAZA A SUS ENEMIGOS, ALGO EXTRAÑO ESTÁ OCURRIENDO CON EL DERECHO PENAL Y ES FUNCIÓN DE LA CORTE CORREGIRLO. México está en un momento político que exige mesura, diálogo y prudencia para lograr los cambios deseados y, subrayó: LA SOCIEDAD EXIGE DEL PODER JUDICIAL UNA PERMAMENTE VIGILANCIA PARA REMEDIAR LOS ABUSOS DEL PODER ARBITRARIO. EL PODER JUDICIAL DEBE SERVIR DE CONTRAPESO, PERO, TAMBIÉN TIENE OBLIGACIÓN DE SER INTERLOCUTOR DE LA SOCIEDAD CON LOS DEMÁS PODERES; UNA SANA RELACIÓN DE LOS PODERES DE LA UNIÓN ES LO QUE REQUIERE PARA GARANTIZAR LA PAZ EN LA REPÚBLICA MEXICANA. LA JUSTICIA ES UN INGREDIENTE INELUDIBLE PARA LA PAZ, POR LO QUE LA SUPREMA CORTE, CON SUS RESOLUCIONES DEBE CONTRIBUIR A AFIANZAR LA TRANQUILIDAD Y LA PAZ. ES NUESTRA OBLIGACIÓN VELAR POR HACER CUMPLIR LA MÁXIMA: NADA AL MARGEN DE LA LEY Y NADA NI NADIE POR ENCIMA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN.
3° Y ese mismo día, al protestar, y asumir la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, afirmó: lo más importante que tiene el Poder Judicial son sus jueces y magistrados federales. Debemos defender, consolidar su autonomía e independencia, porque defender la independencia judicial es los derechos humanos de todos, es defender el Estado de Derecho, es defender la seguridad jurídica. La independencia no es una entelequia, sino un presupuesto indispensable para que haya un Estado constitucional de derecho. Independencia no es aislamiento, independencia no es intolerancia, independencia no es romper el diálogo; dialogaremos siempre, partiendo del supuesto de la defensa de nuestra independencia. (Y PIDIÓ A LOS INTEGRANTES DEL PODER JUDICIAL SER DIGNOS DE LA AUTONOMÍA QUE LES CONCEDE LA CONSTITUCIÓN, PARA RECOBRAR LA CONFIANZA DE LA CIUDADANÍA.) Estamos viviendo un momento extraordinariamente complicado. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin duda, ha sido un organismo extraordinariamente importante en la transición democrática de nuestro país; no se podría explicar la transición democrática de México sin el papel de la Suprema Corte. No habrá la más mínima intromisión de la Presidencia en las actividades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque respeta su autonomía. La Suprema Corte de Justicia no es la cabeza del Poder Judicial de la Federación, pues el titular es el tribunal pleno y el presidente sólo es su representante. En este sentido, todas aquellas acciones que habrán de tomar se harán con la participación y consenso de todos los ministros. LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN HA SIDO UN PODER EQUILIBRADO, HA SIDO UN PODER QUE HA SABIDO ESTABLECER Y CUIDAR LA DIVISIÓN DE PODERES, QUE HA VENIDO DESARROLLANDO, DE MANERA CREATIVA, LAS DIFERENTES ATRIBUCIONES QUE LA CONSTITUCIÓN DA A LOS DISTINTOS ÓRGANOS DE GOBIERNO Y DE PODER. Los exhorto a todos ustedes a que demos vuelta a la página y a que trabajemos desde el día de hoy en unidad en aquello que es esencial. Olvidemos nuestras diferencias que pueden ser acciones accesorias y tengamos la meta muy clara de qué queremos para esta Suprema Corte y para el Poder Judicial de la Federación.
Afirmo que, teniendo como testigos presenciales al titular del Poder Ejecutivo y representantes de las 2 H. Cámaras del Poder Legislativo, se rinda su 4° informe como presidente de la Suprema Corte de Justicia; de protestar y tomar posesión como ministro de la SCJN y la protesta y toma de posesión de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia, son muestras de que las instituciones de la República actúan y, también, de la normalidad democrática, signo de civilidad, madurez política- electoral-jurídica de nuestra sociedad.
Si bien es cierto, ahora nuestros conflictos no son por la antidemocracia, sino por la procuración y administración de la justicia, por lo que: A. Se debe recuperar la credibilidad de la sociedad en la procuración y administración de la justicia. B. En mucho=bastante de los escenarios de inseguridad, delincuencia, omisión, deficiencias e ineficacias de los gobiernos, corrupción e impunidad actuales, son producto/resultado directo de que jueces y magistrados perdieron su autonomía y su libertad, convirtiéndose en mandaderos de quien les paga mejor, y de que el tejido jurídico es muy laxo. Tal parece que beneficia a los delincuentes – un nano porcentaje – y protege más sus derechos que los derechos de la sociedad – su cuerpo mayoritario, más del 99% – C. La SCJN debe ser el real, cierto y necesario contrapeso de los otros 2 poderes y corregir sus abusos y excesos del poder arbitrario, como esa iniciativa de MoReNa que propone reformar el 19° constitucional, re categorizar y tipificar delitos de alto impacto, mayor incidencia y más daño sociales y desaparecer la cárcel preventiva ¡por no ser delitos grave!. Esta iniciativa es ejemplo de arbitrariedad de la ineptocracia.
¿Qué sociedad queremos ser?