LÍNEA 12: ESPLENDOR, SINIESTRO Y NAUFRAGIO
ETELBERTO CRUZ LOEZA
El lunes 3 del presente, el titular del poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, en su cotidiana diatriba mañanera despotricó contra la prensa, la calificó como la más nefasta, vendida, corrupta de la historia; la señaló como conservadora, neoliberal y continuó estigmatizándola. Todo terminó para él muy feliz: había cumplido su objetivo: distraer y mantener su imagen en los medios.
A las 21. 22 minutos de ese día las circunstancias cambiaron: se venció una ballena de la línea emblemática del Sistema de Transporte Colectivo de la ciudad de México en segmento de tramo elevado que une las estaciones Olivo y (San Lorenzo) Tezonco: 2 vagones del gusano se desplomaron cayendo a vehículos que circulaban sobre la vialidad Tláhuac. Están registrados 26 muertos y cerca de 100 heridos del colapso en la L-12, sin contar conductores y espectadores fallecidos y heridos que circulaban por esa vía y daños materiales.
Lamentable está en la punta de la lengua. Acaso las palabras sean indignante y miserables, pues negocian, trafican con el dolor y la miseria ajenas.
Como anillo al dedo están las palabras del trapecista mayor Porfirio Muñoz Ledo, diputado federal independiente de MoReNa: el siniestro de la línea 12 le dio en el hocico a MoReNa.
Este siniestro accidental, no incidental, sí que le tapó la boca al presidente: no tiene para dónde hacerse. NO HAY A QUIÉN ECHARLE LA CULPA.
¿Al pasado? Ellos son ese pasado.
¿A la mafia del poder? ¡Ellos son la mafia del poder! ¡Llevan más de 32 años teniendo el poder político, económico, gobierno, partido y gobernabilidad en la ciudad de México! Ellos, desde Andrés Manuel López Obrador, pasando por Marcelo Ebrard, quien ante las indagatorias sobre manejo y destino de los recursos financieros por parte de la Auditoría Superior de la Federación y el gobierno federal, huyó del país y se refugió en Francia, en, por lo menos, 5 años, Mario Delgado Carrillo, secretario de Finanzas con Marcelo Ebrard, Dolores Padierna, Martí Batres, René Bejarano; Jesús Ortega y Jesús Zambrano, terminando con Claudia Sheinbaum – Rosario Robles Berlanga está en la cárcel, pues se salió del grupo mafioso – son la mafia en el poder de la ciudad de México, tan lo son que cambian – gato parduzcamente – de partido para que todo siga igual: conservar el total poder en la ciudad de México.
La llamada Línea Dorada, L-12, fue la Perla de la Ciudad de México: La obra magna de la Izquierda en la ciudad de México.
Todo lo que se necesitó para su tendido, construcción y acabado se lo dieron a Marcelo Ebrard – que terminaba su gestión -, y a Miguel Ángel Mancera – que la iniciaba como Jefe de Gobierno de la ciudad de México. La obra, al final, resultó mucho más cara que lo presupuestado: poco más del 300% de más de lo que originalmente se presupuestó.
Cometieron errores tan garrafales como la relación ruedas-dimensiones y rieles sobre los cuales correría (debieron regresar los vagones porque no coincidían con las de los rieles). Fueron tantos y tantos que es la línea de la red del metro que más tiempo ha estado cerrada, con los mayores siniestros, problemas para su funcionamiento y con la mayor cantidad de accidentes y desperfectos en toda la red. Curiosamente era, y es, más barato comprar los vagones ¡que rentarlos! ¡Y Mario Delgado Carrillo – hoy presidente de MoReNa – ordenó su renta!
Se necesitaba que estuviera a punto: Marcelo Ebrard terminaba su administración por lo que se inauguró sin estar terminada; al hacerlo flexibilizaron bastantes trámites, sobre todo los de especificaciones técnicas y recursos financieros para agilizar y facilitar todo. Se haga o no se haga investigación independiente para conocer la verdad – ¿Habrá otra comisión de la verdad, como la de Ayotzinapa? Casi es la misma cantidad de muertes. – Si la hay, ¿saldrán todos los trámites que flexibilizaron y violaron?
Los jefes de la jefatura de gobierno de la ciudad de México se atragantaron con el poder y este colapso fue un torpedo que siniestró la línea de flotación de la 4T.
Se les olvidó escuchar al pueblo sabio, a los vecinos y a los trabajadores de todo el Metro. En la L-12 todos coincidían en que tronaba al pasar, se bamboleaba al cruzar y todo rechinaba. Se manifestaban muchos vicios de construcción. Para colmo, disminuyeron el presupuesto y no se le concedió el mantenimiento recomendado.
En este siniestro, accidental – aunque senadora de MoRena haya sugerido que alguien movió la ballena – debe encontrarse a los responsables, a los culpables de diseño, construcción, operación, técnicos de todo tipo, de mantenimiento, etc., así como los responsables políticos. ¡Ah!, pero no únicamente encontrarlos, también llevarlos a juicio y condenarlos jurídica y penalmente, porque todos queremos justicia, todos queremos y demandamos llegar a la verdad, hasta el fondo. Caiga quién caiga.
Está la 4T, mas llegó la M5, sinónimo de Mafia del poder, Mercaderes de la política, Miedo que provocan, Miserables que dejan Muerte a su paso.
Los costos pronto los sabremos.