¡ESTA TERCA REALIDAD!
Etelberto Cruz Loeza.
EN MEMORIA DE RODOLFO RAMÍREZ GARCÍA, MI CONDISCÍPULO, COMPAÑERO, PADRINO, DIRECTOR, JEFE, MAESTRO, PERO SOBRE TODO, AMIGO. A UN AÑO MÁS DE SU DESAPARICIÓN FÍSICA.
El señor presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, expresó en varios foros, no únicamente que nuestro país está en crisis=bancarrota, sino que somos un país muy pobre; seguramente él tiene razón y, como complemento, tiene información reservada, confidencial, que debe ser objetiva, precisa, real y creíble.
Casi automáticamente al terminar de leer la información recordé fragmento de narración en la novela de Frederick Forsyth, El Puño de Dios. Casi al final de la narrativa, describe escena en la que tratan de ubicar un cañón de 180 metros de largo y, el protagonista central señala un punto. El diálogo sigue:
-Muy bien, comandante, usted conoce Irak y yo no. ¿Por qué esas aldeas son falsas?
-Por el sistema de mantenimiento vital – respondió Martin – son demasiadas aldeas, demasiados campesinos, demasiadas cabras y ovejas, pero poco forraje. Se morirían de hambre.
-Mierda- Dijo Beatty, sin poder disimular su contrariedad – Era tan puñeteramente sencillo.
Es cierto, el señor presidente electo utiliza el término MUY que es sumamente elástico y relativo, mas tratando de ser objetivo preciso lo siguiente:
1°.-No descarto ni elimino la realidad, mas esta realidad me impulsa a afirmar lo siguiente:
- Cerca del 60% de las familias mexicanas tiene mascotas, preferentemente perros, de raza-
pedigrí o como se diga, porcentaje que hace dos, una generación – 30/60 años – no era tan visible. Y esos animalitos comen y comen, generalmente, alimentos especiales, para perros y gatos y demás, incluso, este porcentaje generó motivos para aplicarle impuesto a los alimentos para mascotas. Y quienes tienen para pagar sus alimentos y atención veterinaria, tienen un excedente de dinero para concederse ese pequeño lujo. Repito: el 60% de las familias, que viene siendo, el 60% de la población nacional.
- Hace poco más de una generación – 30/40 años – no funcionaban en las poblaciones
grandes, medianas y pequeñas la cantidad y diversidad de instituciones educativas públicas – desde maternal, CENDIs, preescolar, primarias, secundaria, enseñanza Media Superior – prepas-bachilleratos – y Superior – tecnológicos – federales y estatales -; universidades públicas y sus extensiones=campus de universidades autónomas, universidades tecnológicas y escuelas normales públicas e instituciones descentralizadas o paraestatales y sus extensiones o sedes externas. Y todas tienen su universo estudiantil activo y futuro, asegurados. ¡Ah! Y ahora con la posibilidad de los estudios en línea, abiertos y a distancia… ¡el horizonte está abierto! Y los servicios educativos se ofrecen a los dos sexos, sin distinción alguna.
Y eso significa empleos, dinero, gran circulante y formación de profesionistas para el inminente futuro. De hecho, cerca del 40% de la población nacional está en aulas, y si agregamos, a los que ya superamos los 40 años y sobrevivimos, se podría llegar, absoluta y relativamente, hasta al 66% de la población nacional.
- En esa misma relación de tiempo, eran escasos los ciudadanos, en lo general y, en particular,
los maestros y alumnos, que llegaban a su centro de trabajo en auto o que los llevaran o manejaran un transporte familiar. Ahora, es muy sensible el gran porcentaje de autos en TODAS las poblaciones y en las vialidades, en lo general, y, en lo particular, de docentes y alumnos que llegan en auto o los llevan y los recogen. Complementariamente a lo anterior, en esos años, únicamente estaban en el mercado automotriz la Ford, la GM, la Chrysler, la American Motors, iniciaban la VW y la Renault. Ahora incluya Mercedes Benz, Audi, Kia, Seat, Volvo, Peugeot, Athos, Mitsubishi, Toyota, Nissan, BMW, Jaguar…¡Más de 20 casas fabricantes de autos operan armadoras en nuestro país!
Todo esto significan dinero, circulante, posición económica, poder económico y empleos – directos e indirectos -. Los autos son indicadores – individual, familiar y nacional -, de la economía individual, familiar, social y nacional; de estatus económico y social, y de poder, también.
Es cierto tenemos problemas, dificultades, pero ¡Qué nación, qué país, qué sociedad no los tienen!
No estamos tan mal como se dice, pero tampoco estamos viviendo en el paraíso, como podría desearse. No estamos como queremos, pero hemos superado niveles de rezago y pobreza, y hasta miseria. También es cierto que no estamos como queremos, pero se está en el camino si no correcto, la dinámica, y ritmo, de nuestro universo individual, familiar, social, nacional, lo indicarán.
Es muy cierto que, sin consultarla, sin avisarle, nuestra sociedad fue parada, detenida en seco, en el sexenio 82-88 y, con todo el proceso de cambio jurídico-político, de más de 180 grados se impidió que el proceso de desarrollo, que el Estado y la sociedad llevaban, resultantes de la Revolución, siguiera su curso, ritmo y evolución y se impuso otro formato, en el que llevamos 30 años, una generación. Tal vez estaríamos mejor, mas es imposible saberlo.
¿Podremos recuperar ese ritmo y esa dirección? Es el intento de la inminente administración federal y su Cuarta Transformación.
Nuestros problemas son de simple enunciado, pero de difícil atención y mucho más problemática solución, mas se tiene bastante voluntad y recursos de todo tipo, sobre todo el respaldo-expectación de la sociedad.
Enlisto algunos: Déficit en la formación socialmente positiva – Valores de respeto, responsabilidad y eficiencia – deficiencias en responsabilidad integral, total, de TODOS, de cada uno; impunidad aplastante, gobiernos y representantes populares ineficientes, y malos, deshonestos, que a los espacios de poder llegan para servirse no para servir, para depredar la administración y dejar temblando las tesorerías; débiles instituciones republicanas determinadas por incompetentes y maleables funcionarios que las muestran ineficientes, omisas, obesas, lentas y caras, carente de respuestas a las que están obligadas, que tipifican corrupción, inseguridad e impunidad.
Cito un fragmento de Giovanni Sartori, de su libro “Aspectos de la Democracia”: La política
necesita información, necesita conocer la realidad y esto es lo que aporta el realismo político, pero lo hace en provecho de todos, no de un solo lado”.