2 REFLEXIONES
Etelberto Cruz Loeza
Abro un paréntesis en la serie abierta sobre nuestra democracia, pues una lectura de columna periodística publicada en LA RAZÓN, en su edición del pasado lunes y una conversación con mi amigo Rogelio.
El columnista citó un hecho: las conferencias de prensa diarias, realizadas por el señor presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a las 07 de la mañana, de lunes a viernes, en palacio nacional, ante y frente a comunicadores y corresponsales de varios Medios internacionales y nacionales, así como de radio y televisión. (El mismo presidente informó que arreglaría su agenda de fin de semana y se ampliarían a sábados y domingos).
Tiene razón el columnista: el presidente de la República está rompiendo muchos tabúes, varios moldes y está sentando un estilo muy personal de ofrecer conferencias de prensa. Es sumamente cierto: el diálogo con los Medios y comunicadores es directo, abierto, personal, de tú a tú ante testigos – cámaras de TV, micrófonos, celulares -, y hasta protagonistas y, aparentemente, no existe libreto para las preguntas de los miembros de la prensa y comunicación. (Para mí es imposible que sea total y completamente abierta, pero existe una posibilidad y probabilidad de que sí lo sea. Lo que sí es notable es el equipo tecnológico-electrónico de información y comunicación: está al día en innovaciones y tiene muy aceptable – hasta extraordinario – equipo administrativo logístico. Su coordinador de comunicación social, no se ve, peros se nota su presencia).
También es cierto, en el mundo occidentalizado, con sistema políticos de poder, democrático o autocrático, en este momento no existe un titular del Ejecutivo o Primer Ministro con el rating, imagen, como don Andrés Manuel López Obrador. Carezco los números, pero, si ya tiene directamente ejerciendo el poder cerca de 15 meses, a 20 por cada mes, saque la cuenta: 300 conferencias mañaneras.
También es cierto, él coloca la agenda de ese día y, tal vez marca pautas para los Medios y para sus colaboradores – que lo dudo, sería muy caprichoso el trabajo diario de las secretarías de Estado), mas, como Luis XIV, él es el centro de la noticia, el Sol Impar: únicamente él brilla, lo que se entiende y justifica, hasta cierto punto.
Finalmente, sus expresiones coloquiales han creado modelo de comunicación y hasta de justificación: SOY DUEÑO DE MIS SILENCIOS. TENGO OTROS DATOS. QUE LOS PERDONE SU MAMÁ. FUCHI, CACA. YO NO LE ENTRO. NO ME VAN A ENGANCHAR.
A Andrés Manuel López Obrador, titular indiscutible del poder Ejecutivo Federal le importa muy poco o nada, la investidura presidencial.
La ha desacralizado, la ha popularizado, acercado a la masa, al pueblo.
Estas facetas están creando un estilo de gobernar muy distinto a los de cualquier gobernador o presidente de la República o Primer Ministro. Si gusta y si tiene tiempo vea a Trump, a Trudeau, a Ángela Merkel, Macron, Piñera, Bolsonaro, Xi Jinping, Putin, Pedro Sánchez, Boris Johnson, Raúl Castro, etc. TODOS, pero TODOS, respetan su investidura. Marcan su distancia y todo está controlado en sus entrevistas-conferencias de prensa.
Ahora bien, todo este estilo personal de manejar su imagen y de ejercer el personal poder presidencial, para gobernar, de qué, y en qué, ha servido. ¿Ha disminuido la violencia, hay más detenidos, más procesados, más sentenciados, hay menos muertes; ¿la inseguridad se ha abatido, ha mejorado el abasto de medicamentos, el derecho habiente tiene la confianza de que será médicamente atendido y recibirá su dotación completa de medicamentos indicador por su facultativo? ¿Es evidente que la corrupción ha disminuido en la administración pública- federal, estatal, municipal? ¿La economía ha mejorado? ¿Ha bajado el precio de los combustibles?
Usted tiene las respuestas.
Rogelio habló del TP-01. El avión presidencial. Que, si se usará, cada hora gastaría 80 mil pesos y que hace bien en rifarlo. Tal vez tiene razón, mas:
El gasto ya está hecho – y se está pagando.
No usarlo es un desperdicio. ¿Cuánto cuesta que esté sin uso?
¿y el personal que lo atendía, qué pasó con él?
Si se usara ¿cuánto se ahorraría, al no pagar boletos suyos ni del personal que lo acompaña? ¿Es significativo: los pasajeros que viajan con él en su vuelo, no correrían riesgos?
La cuestión de la rifa –que no lo es -, derivó en extorsión, cobro de piso y chantaje. AMLO está violando la ley.