ENIGMAS
Etelberto Cruz Loeza.
El pasado 19 de febrero del presente año durante la ceremonia conmemorativa por el CVII aniversario del Ejército Mexicano, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador agradeció al ejército mexicano por sumarse a la 4T y defender la democracia: dijo:
DOY GRACIAS A LOS INTEGRANTES DE LAS FUERZAS ARMADAS POR NO OLVIDAR SU ORIGEN REVOLUCIONARIO Y DEFENDER LA DEMOCRACIA; GRACIAS A SOLDADOS Y MARINOS POR NO ESCUCHAR EL CANTO DE LAS SIRENAS Y DAR LA ESPALDA A LA TRAICIÓN Y AL GOLPISMO; DOY GRACIAS POR ESTAR A FAVOR DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN Y QUE SIGNIFICA, EN ESENCIA, LOGRAR ENTRE TODOS LOS MEXICANOS, DESDE ABAJO, UNA SOCIEDAD MEJOR. HE RECIBIDO DE LOS SOLDADOS DE MÉXICO ENTREGA PLENA PARA ACABAR CON EL CÁNCER DE LA CORRUPCIÓN Y HACER REALIDAD LA JUSTICIA QUE PERMITA GARANTIZAR LA PAZ Y TRANQUILIDAD. ¿A qué origen revolucionario se refiere, y de quiénes? ¿Los soldados, en qué participan para acabar con la corrupción?
AMLO debe recordar que el ejército, siguiendo las cadenas de mando, traicionó a la institución presidencial y dieron el golpe militar, encabezado por Victoriano Huerta.
Al leer esa información recordé – busqué y encontré -, el discurso del Gral. Carlos Gaytán Ochoa, pronunciado en el desayuno efectuado en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional el 22 de octubre, pp. (Lo comenté en este espacio, por esas fechas. Recuerdo lo medular):
Se me ha concedido la palabra para expresar ante ustedes, algunas preocupaciones, que, en virtud de la situación actual, sin duda compartimos todos los aquí presentes…nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados – (existía distancia menor a una semana de los hechos de Culiacán, Sin. -), pero es imposible olvidar las experiencias del pasado, porque los eventos donde existió la unidad, el país pudo ver sus aspiraciones satisfechas y se construyeron los objetivos nacionales. En aquellos eventos donde dicho valor estuvo ausente, se perdieron territorio y soberanía. El país resultó lastimado, la economía entró en crisis, y el país tuvo que emprender su recuperación, casi desde cero.
Actualmente vivimos en una sociedad polarizada políticamente, porque la ideología dominante, que no la mayoritaria, se sustenta en corrientes predominantemente de izquierda, que acumularon durante años un gran resentimiento…No podemos soslayar que hoy el titular del ejecutivo, ha sido empoderado legal y legítimamente…Es también una verdad inocultable que los frágiles mecanismos de contrapeso existentes, han permitido un fortalecimiento del ejecutivo, que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad.
Ello nos inquieta, nos ofende eventualmente, pero sobretodo nos preocupa, toda vez que cada uno de los aquí presentes, fuimos formados con valores axiológicos sólidos, que chocan con las formas que hoy se conduce al país…Aquí no estamos soslayando la situación real…Estoy convencido que es mi deber, irrenunciable, mantener invariables los principios de honor, valor y lealtad para con el pueblo de México. sí, para con el pueblo de México. Más de uno quisiéramos soluciones mágicas, o peor, drásticas, ante un entorno histórico que lo que requiere a gritos, es pacificar, educar y mantener sano a México.
Reconozco que el alto mando sostiene hoy sobre sus espaldas, la muy alta responsabilidad de mantener cohesionado al país, de coadyuvar en su pacificación a la brevedad posible, de hacerlo todo con el menor costo social, y la mayor eficacia. ¿Quién aquí ignora que el alto mando enfrenta, desde lo institucional, a un grupo de “halcones” que podrían llevar a México al caos y aun verdadero Estado fallido?
Me pregunté varias ocasiones, ¿por qué el presidente de la República repitió, en el fondo, sus juicios-comentarios sobre este discurso y, finalmente, recomendó que leyeran la fábula de Esopo “Las ranas que querían un rey”. No me llegó la respuesta.
También releí Víspera del Trueno, de Luis Spota y suyos son estos juicios:
Se exige nuestra intervención. Se nos pide que participemos más directamente en el manejo de los destinos de la República.
¿Cuánto tiempo más vamos a los soldados a seguir tolerando que los civiles cometan abusos de esa clase?
El tiempo lo dirá, Mayor. El tiempo, como siempre.
Las grietas ya se notan y de ellas saldrá el espanto. Leonardo Sciascia.