PICO DE GALLO
Etelberto Cruz Loeza
La tarde del lunes 13 del presente me enteré de la muerte del Dr. Sergio Ceballos Garibay. Lo conocí personalmente muy poco; me distinguió con su amistad; en una ocasión me abrió las puertas de su casa; charlamos de la obra de su señor padre, el magnífico novelista , pionero de la novela sobre homosexualidad, Después de Todo – y narrador de obras cortas, Dr. José Ceballos Maldonado, lamentablemente muy poco conocido; me mostró la biblioteca y charlamos de literatura y muy, muy, especialmente, de algunos cuentos de su señor padre y de sexología educativa, de la cual era un ferviente difusor y académico. Me mostró, orgulloso, sus diapositivas sobre sexología. Cuantiosas, detalladas e invaluable.
Un Hombre Bueno. Descanse en paz.
Con el enorme distractor que es el covid-19, una pulsión está latente y divide a sector muy importante del país y llama muy poco la atención de la sociedad nacional: las 2 propuestas económicas para enfrentar económica y laboralmente este semi parón nacional de la economía mexicana.
Una, la presidencial y político-partidista, que en palabras de Dante Delgado Ranauro, ni es plan ni es rescate ni es nada y, dos, el plan, proyecto y programa de acción fiscal, económico y laboral, presentado por el Consejo Coordinador Empresarial.
Ambas son visiones y percepciones muy diferentes sobre la realidad del país.
La primera, la presidencial, informa que todo está bien, que habrá empleo, dinero y respaldo para todos, sobre todo, Primero los Pobres; que llenos de esperanza, superaremos esta contingencia y que, finalmente, no pasará nada.
La segunda, la empresarial, la de los hombres de negocios que sostienen la economía nacional y ofrecen 7 de los 10 trabajos del país. Y que termina proponiendo un Gran Acuerdo Nacional. Me sé obligado a hacer esta precisión: estos hombres de negocios son los representantes de los Micro negocios, Pequeños Negocios y Medianos Negocios – MyPMEs – de los cuales está lleno el país.
No son los hombres de negocios internacionales, que forman parte de la lista de los más ricos del país, según la revista FORBES 2020, en los cuales por orden de riqueza – de mayor a menor – están Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea, Alberto Bailleres, María Asunción Aramburozabala –.
Ellos, fundamentalmente, se beneficiaron con la entrega-regalo-compra, porque eso fue, de las empresas del Estado, cuando Carlos Salinas Y Ernesto Zedillo desmantelaron y adelgazaron al Estado mexicano para su tránsito hacia el neoliberalismo. Actualmente arropan y asesoran al titular del Ejecutivo federal.
La empresarial nacional –CCE – propone un gran Acuerdo Nacional a favor de la economía y el empleo. Señala: se requiere tener sentido de la realidad. El liderazgo siempre exige un buen criterio. En este momento de crisis posponer decisiones es en sí una mala decisión. Es tiempo de que trabajemos juntos en un gran acuerdo nacional y, curiosamente, el Financial Times, en su editorial La Tragedia Presidencial cuestionó severamente al presidente de México por ser el único de los mandatarios de los países afectados por el coronavirus que ha negado la necesidad de impulsar un gran estímulo fiscal y monetario para rescatar a la economía de la recesión, que es uno de los mayores riesgos.
La presidencial, la que pide que se pare la actividad económica porque primero está la salud y la vida que hacer dinero.
La empresarial nacional propone estímulos fiscales y acuerdo nacional a favor del empleo.
¿Podrá evitarse que más gente enferme-muera por el coronavirus a cambio de que más personas enfermen-mueran de hambre? (Juicio de Arturo Damn Arnal).
Dante Delgado tiene razón al afirmar: No creo que ningún desacuerdo sea definitivo. No puedes ignorar y sacrificar la economía nacional. Mucha gente va a enfermar y va a morir, si no dejas de pensar en esto como una crisis de imagen y comienzas a enfrentarla como una contingencia de Estado. Quizá tengas razón cuando declaras que México seguirá de pie, pero en qué condiciones.
Algunas voces del CCE hablan de cambiar de presidente y Carlos Salazar Lomelí recomienda que deberán revisar esa posibilidad el año próximo, año electoral federal.
Es ahora cuando el esfuerzo de reconciliación y fortalecimiento de las capacidades de todos los sectores sociales es indispensable. De lo contrario, el daño será cuantioso y muy difícil de revertir.