Por Héctor Torres
- Alfonso Martínez no los quiere ahí “porque se ven muy feos”.
Luego de que comerciantes ambulantes del Centro Histórico fueran detenidos, Francisco Garcidueñas mencionó que no es con la represión ni encarcelándolos “como vamos a salir adelante”; aseguró que el alcalde señaló que no los quiere ahí “porque se ven feos” y denunció que el ayuntamiento cuenta con una Cárcel Municipal disfrazada de Centro de Atención a Víctimas en las que incomunican a los detenidos y les cobran una multa administrativa de 380 pesos.
Dijo que los comerciantes sí quieren pagar sus impuestos y lo harán en cuanto la autoridad se los diga.
Puntualizó que la nueva barandilla municipal cobra 380 pesos “es lo que nos cobraron por sacar” a los comerciantes que fueron detenidos.
El problema es tan grave, aseveró, que “no tenemos el Mando Único y hoy sé que hay una cárcel municipal que la mayoría de los morelianos no sabe que existe y la multa que en Policía y Tránsito era de 36 pesos se acabó, hoy la multa del alcalde es de 380 pesos”.
Agregó que les dicen que hay un juez calificador “al cual no vimos por ningún lado y nos sacaron 380 pesos por cada persona que fuimos a tratar de sacar y por ahí trajeron que un juez de ejecución. Veo que no saben lo que están haciendo”.
Todo eso, añadió, es lo que el alcalde tendrá que aclarar “y lo vamos a poner en la mesa; no es tanto ya el asunto del bando ni la afectación que le están haciendo a este sector –comerciantes-, sino que están saliendo cosas de las que los ciudadanos, los morelianos, no estamos en lo más mínimo enterados”.
Y dentro de esas cosas citó la Cárcel Municipal “que está camuflada con el nombre de Centro de Atención a Víctimas; la mayoría de los ciudadanos no sabe que hoy le van a cobrar por una multa administrativa 380 pesos, están acostumbrados a los 36 pesos”.
En esa Cárcel Municipal disfrazada, prosiguió, “te incomunican mínimo 16 horas, es el tiempo que te van a tener detenido y vas a tener que pagar 380 pesos”.
Confirmó que a comerciantes que él representa los han golpeado y por ese motivo presentaron “33 quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos”, así como dos denuncias penales “por la agresión de que fueron objeto compañeros”.
Aclaró que el pleito no es contra los trabajadores, ellos reciben una orden del ayuntamiento, pero “si algún inspector llega a lesionar” a algún comerciante “no nos va a temblar la mano y vamos a poner las denuncias penales”.
De las pocas personas que los han apoyado ha sido el regidor Osvaldo Ruiz “y se lo agradecemos porque esto nos empieza a rebasar a todos”, por lo que hizo un llamado a las organizaciones para que juntos apoyen a ese sector de la población.
Señaló que con Alfonso Martínez Alcázar únicamente han tenido pláticas “de pasillo” se le ha externado la violación a los derechos humanos, el racismo y la discriminación que están prevaleciendo y su respuesta es “yo a esa gente no la quiero en el primer cuadro porque se ven feos”.
Consideró que Martínez Alcázar no tiene ningún plan o propuesta para esos comerciantes porque “no lo tiene para el municipio de Morelia” y estimó que “el alcalde está cometiendo errores gravísimos porque no sólo está agraviando a este sector y no creo que a estas alturas, y lo puedo decir tajantemente, haya un sector de la sociedad moreliana que se escape de los agravios así sean mariachis, payasos, franeleros, colonos”.
Hablar con el alcalde “es algo más que imposible, desde ahí ya andamos muy mal; pienso que Alfonso Martínez está a tiempo de corregir el rumbo”.
Aseveró que a Alfonso Martínez Alcázar, aunque sea presidente municipal “nadie le da ninguna autoridad para violar los derechos humanos ni para el racismo ni la discriminación, tendrán que buscar los protocolos de actuación cuando quieran decomisar algo”.
Sobre el decomiso de la mercancía que los inspectores hacen a los comerciantes informales, dijo, “no puede llegar la autoridad y robártela y no darte un documento que acredite qué me estás decomisando, pero lo más grave hoy en día es que ya ni siquiera le regresan sus productos.
Ellos argumentan que se echan a perder, que los tiran, pero yo digo los triciclos, las bicicletas, las vaporeras, entonces algo no estamos haciendo bien”.
Comentó que está en pláticas con diferentes sectores de Morelia, entre ellos el sindicato de maestros, los estudiantes, “y hay muchas organizaciones que están a la espera que nosotros los migrantes los convoquemos para venir a pedir una explicación al alcalde”.
Espera que sea a través del diálogo, la paz y de la comprensión como se pueda superar el problema, “que quieran o no ya rebasó la ciudad de Morelia, no hay empleos y la gente necesita llevar que comer a sus familias”.
La mayoría de los comerciantes ambulante del Centro Histórico, dijo, son artesanos, vendedores diversos, papa, garbanzos, gorditas de nata, son diferentes, y son ejemplo del esfuerzo que hace la gente “que quiere salir adelante de manera honesta y a base de trabajo”.
Son entre 90 y 120 los ambulantes que han solicitado apoyo a la comunidad migrante, pero en lo general, “en los estudios que hemos hecho, hay más de 500 vendedores de diferentes tipos, la mayoría son mujeres, tenemos un porcentaje muy alto de indígenas de nuestras comunidades de Michoacán, así como de Chiapas, Guerrero y otros estados”.
No nos han ofrecido ninguna alternativa, más bien de parte de los migrantes han salido propuestas de proyectos porque “queremos trabajar en las 14 tenencias y los migrantes les estamos proponiendo que busquemos los recursos necesarios para la ejecución de proyectos y apoyar a esta gente”.