Etelberto Cruz Loeza.
He tratado de ejemplificar que el grado académico no es factor determinante ni aplicable para la actuación-definición de un buen político para ser representado por los mejores, mas queda sin respuesta la interrogante ¿Qué define a un buen político?
Político es la persona que se dedica a la política. Y ¿Qué es política?
Según algunos Política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos.
Para otros es una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque de intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad.
Para otros más, es el arte-ciencia de engañar=vender=hacer creer a la sociedad de que se trabaja por sus intereses, cuando en realidad se actúa para beneficio personal.
Una más: es la ciencia-arte de, a partir de coincidencias, construir puentes y consensos
Otra más, es la fábrica de fango, de mierda.
Lo que estamos viviendo, particularmente lo que presenté a ustedes en mis anteriores entregas, es ejemplo de que los ejecutivos estatales llegaron a esa posición política – gobernadores o presidentes municipales, de representación pública –, no para servir sino para servirse y actuaron como depredadores de las finanzas y de los recursos financieros y materiales puestos a su disposición y se apropiaron del Estado tomándolo como botín.
Muy difícilmente se sabrá si el Hombre será congruente con el papel y momento en que llega y está en el poder o si, a la inversa, aparentará – hará lo que quiera -, pero guardará las apariencias.
Si es lo segundo construirá un edificio – dicen arquitectura – para robar, defraudar, posesionarse de todo lo que pueda; ahí está el caso de Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz: creó empresas fantasmas para asignarles obra pública. O de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua.
Para no ir demasiado lejos: Aquí en Michoacán, se está confirmando lo que en su tiempo se especuló sobre la tristemente famosa presa Francisco J. Múgica y que pocos diarios difundieron: La empresa brasileña Odebrecht construyó en Michoacán una presa – Francisco J. Múgica -al doble de su costo original, la entregó incompleta, con deficiencias y con más de cuatro años de atraso. Originalmente la presa Francisco J. Múgica, en la Tierra Caliente, debió ser concluida en octubre de 2008 con un costo de un mil 500 millones de pesos, pero fue entregada hasta inicios de 2013, a un costo de dos mil 915 millones de pesos. El 86% de la obra se ejecutó con fondos estatales y el 14%, con fondos federales. El contrato fue firmado el 29 de octubre de 2006 por el gobernador Lázaro Cárdenas Batel, bajo la modalidad de Precio Alzado y Llave en Mano, lo que significa que estaba garantizado que el costo de la obra no se incrementaría, pero se hizo y se fue casi al doble. (Según Raúl Olmos y la organización Mexicanos Contra la Corrupción). ¿Se aclarará lo anterior? Muy difícilmente. Las cuentas públicas de los ex gobernadores perredistas están autorizadas por las respectivas legislaturas del H. Congreso y todo quedará opaco, sin transparencia.
Nuestro país y nuestra sociedad tienen muchos problemas muy preocupantes, como la situación financiera y económica – el fuerte y continuo endeudamiento federal y estatal, el desempleo y el poco poder adquisitivo del salario y de la moneda -, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, el desplome del respeto a la autoridad, del gobierno, que ofrece la imagen de un Estado agazapado, sin iniciativa y manejo del juego político, respondiendo con inmediatez, sin estrategia política, acentuando pérdida de la confianza y de la credibilidad en sus acciones de gobierno, por citar algunos, y si bien son los mismos que en el pasado o en el reciente pasado, se ha tratado de resolverlos con las mismas caras, con las mismas gentes. Para resolverlos, no para atenderlos y darles una salida, se necesitan caras nuevas y acciones nuevas, con otra visión, otra perspectiva y sin conflicto de intereses.
Los políticos señalados y los pasados y los que posiblemente vendrán, con todo y su formación de educación superior, llegaron con la firme de idea de ser depredadores de las finanzas públicas, de resolver su problema económico y el de 3 generaciones posteriores, por lo menos. ¿Con qué visión, percepción e idea llegan al poder? y ¿por qué llegan o por qué se les conceden ese espacio de todo el derecho, de todo el poder? Esto es importante y por eso su actitud de la imagen de perdonavidas, de omnipotentes, de omniscientes; con esa visión bíblica entre Diluviana-Mesiánica: antes de mí, el Diluvio; conmigo la Tierra Prometida, actúan.
Y por todo esto los gobiernos, la sociedad, el país están como están. No se necesita una reflexión, un análisis detenidos. Únicamente vea las calles, las avenidas, los jardines, los hechos cotidianos de gobierno y de la sociedad: el Estado desplomado, el gobierno, casi rebasado, un gobierno que reculó, declinó, rechazó su acción de gobernar, su obligación de aplicar y ser autoridad; una sociedad sin líderes, sin dirección definida, sin rumbo determinado, salvo el irla pasando: Un Estado, un gobierno, una administración inerciales.
Si nos detenemos en la sociedad veremos el poco respeto a la propiedad, a respetar las leyes, las normas de convivencia y la intención de pasarla lo más cachetonamente posible.
Sin desearlo, el pesimismo está presente; no es la decadencia, es el pesimismo; la sociedad está cambiando, pero como se preguntó Winston Churchill, ¿Por qué tiene que cambiar hacia lo malo?
En nuestra democracia evolutiva, no hay signos de mejora, de voluntad para romper esta inercia: los partidos políticos buscan sus intereses de grupo y de sus protagonistas; nacionalmente, vea- reflexione en cómo se desarrollaron las campañas políticas en los estados de Coahuila, estado de México, Nayarit y Veracruz, en donde se realizaron elecciones el domingo anterior. No hubo propuestas programáticas, serias, ideas fuerza, ¡nada!…pero sí, ¡ninguno respetó las reglas!, y si confirmaron las definiciones de política, anotadas en las primeras líneas, resaltando la de ser fábrica de fango, de mierda.
Aquí en Michoacán los diputados locales aprobaron la reelección y dejaron en la congeladora la revocación de mandato, la Segunda Vuelta y el perfeccionamiento de la figura de los candidatos independientes, figuras importantes para la mejora de nuestras prácticas democráticas. Lo importante era asegurar su opción-posibilidad de elegibilidad.
Coincido con Jorge Medina Viedas: Nos fuimos acostumbrando a las malas prácticas de la política, a la desobediencia de las reglas del Estado de Derecho; particularmente de una Izquierda que desde sus orígenes creció con la creencia de que agredir, descalificar e intimidar a los contrarios es lo normal…La democracia no ha servido para equilibrar la sociedad; ocurrió lo contrario, los derechos son mayores para algunos y menores para otros…No nos había tocado vivir una época que combinara la violencia criminal con un sistema político demolido en sus principios básicos con actores huérfanos de ideas y de prácticas democráticas.
Y esto seguirá. Debemos, como sociedad, romper esta inercia. La inercia de la hegemonía monopólica de acceso al poder únicamente por medio de los partidos. La clave está en nosotros, en forzar el cambio: Que en cada estado haya más y candidatos independientes a las legislaturas locales y del H. Congreso de la Unión –diputados federales y senadores de la República –. Debemos obligar el cambio
¿Qué define a un buen político? Su disposición para servir, sin importar la imagen, sin interesar sí para él habrá mañana, ni tomar la actitud de chapulín – de brincar de una posición a otra -; sus antecedentes laborales, su experiencia y sus conocimientos. ¿Difícil?